Aquí te comparto cómo empezó este blog

 

 

Puedes vel el siguiente video que subí al canal de Youtube o bien leer el post completo a continuación:

 

 

Varias personas me han preguntado cómo y por qué comencé el blog “Adiós a tu jefe” y por eso pienso que es un buen momento para compartírtelo.

 

El blog nació en el verano de 2014. Al inicio, este blog fue para mi un hobby; una forma de desahogar mis penas y, al mismo tiempo, documentar mis ideas y experiencias.

 

Aunque todo comenzó oficialmente en 2014, la decisión de querer dejar mi vida de empleado se remonta varios años atrás – alrededor de 2011 – cuando me di cuenta que la vida godín no era lo que realmente quería hacer por el resto de mi vida laboral.

 

En es época, el libro Lean Startup de Eric Ries me dio una probadita de lo que estaba pasando fuera del mundo corporativo y me fascinó. Por otro lado, el podcast de Pat Flynn – que escuchaba camino al trabajo – y el libro Retail Rebellion me enseñaron que generar ingresos por internet no era un sueño guajiro sino que era más factible que nunca.

 

Mientras seguía aprendiendo y soñando con dejar la vida godín – sin una idea clara todavía de cómo lograrlo – ocurrieron distintos eventos que me marcaron y dieron el empuje necesario para lograrlo. A continuación te comparto algunas de las más importantes.

 

El berrinche de mi vida

 

En una ocasión, ya tenía unas vacaciones autorizadas que había planeado con mi familia durante un buen tiempo, tenía la autorización “en el sistema”, aviones + hospedaje pagados, todos los planes hechos y mi familia con sus respectivos permisos otorgados en sus empleos, etc.

 

Un día antes de que llegara el día, me llama la asistente del jefe de mi jefe para informarme que tenía que cancelar todo porque este señor simplemente decidió que no me podía ir. La justificación fue que no había sido notificado y necesitaba mi ayuda. La realidad era que había una absurda luchita de poder entre él y mi jefe.

 

Recuerdo ir manejando ese día de regreso llorando y gritando de rabia. Pensé en renunciar pero no me atreví a hacerlo. 

 

Después, ya más calmado, decidí usar esa emoción a mi favor: me prometí a mi mismo que no me volvería a pasar; que haría lo necesario para poder ser el dueño de mi tiempo y poder decidir cuando me quisiera ir de vacaciones adonde y cuando quisiera, sin tener que pedirle permiso a NADIE.

 

Los primeros intentos

 

Poco a poco, fui entendiendo y probando distintas maneras de generar ingresos por internet sin dejar mi empleo. La primera que me funcionó fue crear páginas web para otras personas y posicionarlas orgánicamente en Google. Aún sigo ayudando a algunos clientes que me contrataron en esa época, por cierto. Cuando recibí mi primer pago pude comprobar sí era posible ganar dinero en negocios online. Fue una sensación fue increíble.

 

En algún momento intenté comprar productos chinos y venderlos en México. No tuve éxito con eso, tal como lo expliqué en este post donde comparto algunos fracasos que he tenido. Pero seguí documentando todo y avanzando.

 

Las inversiones me encontraron

 

En una ocasión, andaba de ocioso buscando palabras clave para posicionar este blog en Google y me di cuenta que había un vacío de información en internet con respecto a temas de inversiones.

 

Recuerdo que incluso le mandé un correo – yo aún era empleado de la empresa donde trabajaba – al director de medios digitales y le adjunté un excel con mi análisis. Sí, era un godín muy ñoño.

 

La idea era hacerle saber que yo podía ayudarle a posicionar a la empresa en Google para temas de inversiones. Su respuesta fue darme el avión con algo como: “Gracias, ya lo estamos haciendo”. Nunca volví a saber de él.

 

Entonces pensé: “bueno, lo voy hacer yo”. Y así fue como comencé a escribir sobre inversiones que, de hecho, era un tema que me gustaba y que ahora me encanta, como seguramente ya te diste cuenta. 😉

 

Al mismo tiempo, seguía escribiendo sobre otras maneras de generar ingresos, tales como: generar leads de afiliados y Google Adsense, entre otras.

 

Sin embargo, después dos años de intentos, aún no lograba suplir mi sueldo con mis ingresos en internet. No fue sino hasta 2015 cuando por fin pude generar ingresos de manera más importante a través de la venta de productos físicos en Amazon en Estados Unidos.

 

A finales de ese año llegué a un punto en el cual ya estaba ganando lo mismo por mi cuenta que en mi empleo “godín”.

 

El miedo a renunciar y el último empujón

 

Originalmente, mi plan era lograr ganar al menos LA MITAD de mi sueldo y renunciar. Como mencioné más arriba, a finales de 2015 ya ganaba LO MISMO. A pesar de eso, no me atrevía a hacerlo.

 

Me daba miedo dar el paso, la incertidumbre sobre si era o no la decisión correcta. Recuerdo que pensaba: ¿qué tal si te estás equivocando? ¿qué tal si después te arrepientes? Tu cabeza empieza a jugarte bromas, incluso empecé a tener pesadillas. No dejaba de pensar en eso.

 

Así pasó el 2015. Yo seguía en un empleo que ya me valía por completo y sólo hacía lo que me pedían y nada más, cuando generalmente siempre trataba de exceder las expectativas, proponer nuevas cosas, ser poractivo, etcétera.

 

Me convertí en un “godín” promedio y sin ilusiones. Pocos sabían de mi doble vida así que trataba de mantener un bajo perfil.

 

Y así seguí postergando mi decisión hasta que, a inicios de 2016, me enteré del fallecimiento de un gran amigo mío con el cual tuve la fortuna compartir muchas vivencias durante varios años. Fue mi camarada, compartimos la camaradería que sólo un godín puede entender.

 

Él trabajó durante más de 20 años para la empresa en donde yo laboraba y lo corrieron de un día para otro. Yo estaba con él cuando recién se enteró. Su vida giraba en realidad alrededor de ese empleo.

 

Un par de semanas después le llamé para ver cómo estaba y me contó que bien. También comentó que yo era la primer persona que le había llamado desde que lo habían dado de baja. Eso me llamó mucho la atención porque él era, en teoría, una persona muy querida en la empresa. Siempre saludaba a todo mundo y les daba un abrazo. Ahí me di cuenta que en un empleo la gran mayoría de las relaciones que creas no son reales, son circunstanciales.

 

La inevitabilidad de la muerte es algo que todos entendemos y aceptamos pero que rara vez vemos como algo que nos puede pasar a nosotros en cualquier momento, hasta que alguien muy cercano se va y nos lo recuerda.

 

Eso me recordó que el tiempo es el activo más valioso que tenemos y debemos aprovecharlo de la mejor manera posible para poder dejar este mundo sin remordimientos. Me di cuenta que lo estaba desperdiciando. Desgraciadamente tuvo que pasar eso para que dijera “no más, me voy”.

 

Por eso entiendo perfectamente la sensación de dejar tu empleo, esa vida “segura” que siempre nos pintaron. Como puedes ver, aún cuando yo estaba perfectamente seguro de que lo quería hacer, me costó mucho trabajo y tuvieron que pasar cosas muy lamentables para que finalmente me atreviera a cortar el cordón umbilical. Digamos que la vida, literalmente, me empujó a hacerlo.

 

Una fuente de ingreso inesperada

 

Curiosamente, un par de semanas de dejar ese empleo en el cual llevaba más de diez años recibí una llamada de una institución financiera para ofrecerme colaborar con ellos a través del blog para promover sus productos de inversión.

 

Me metí a Google Analytics y pude ver que, a pesar de que tenía meses sin escribir nada, el tráfico en el blog había subido de manera importante.

 

En ese momento me di cuenta que podía monetizar el blog. Era un ingreso que yo no tenía considerado cuando tomé la decisión de renunciar a mi empleo.

 

El círculo virtuoso

 

Volver a la vida godín es algo que ya no concibo. Sería como querer enjaular a un animal que vivió en cautiverio mucho tiempo, fue liberado y se adaptó a la vida salvaje.

 

En mi caso, desde que dejé mi vida de empleado he notado un círculo virtuoso: al tener más tiempo libre, puedo aprender más cosas, las cuales me permiten generar más ingresos y, gracias a eso, me atrevo a hacer más cosas, a tomar más riesgos calculados para probar nuevas maneras de generar ingresos que me den más tiempo libre, y así sucesivamente.

 

Vivimos en una época maravillosa

 

Quise compartir contigo esta historia porque me parece importante dejar muy claro de dónde vengo y los eventos que me han llevado hasta a este punto. Pienso que puede motivar a algunas personas.

 

Después de todo este tiempo te puedo asegurar que vivimos la época más maravillosa para generar ingresos, como nunca antes. Existen grandes oportunidades allá afuera, muchas más de las que nos imaginamos. Sólo es cuestión de entenderlas y de aplicarlas.

 

Aún nos falta muchísimo camino por recorrer y siempre trataré de compartir en este blog lo que voy aprendiendo en el camino, con el objetivo de agregar valor a tu vida. Es lo menos que puedo hacer por todas las bendiciones que tengo en la mía.

 

Recibir correos y mensajes de personas diciéndome que de alguna manera he influido positivamente en sus vidas es para mi una gran satisfacción y el mejor regalo que me pueden dar.

 

Tal como escribí en el post Adiós a tu jefe Manifesto en 2014: si logro que una sola persona cambie su esquema mental, tome acción y, eventualmente, le diga adiós a su jefe para siempre, este esfuerzo habrá valido la pena.

 

Gracias a Dios, no ha sido sólo una, sino cientos –  tal vez miles – y eso es algo por lo que estoy eternamente agradecido 😀

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