En este post comparto algunos conceptos de Economía que, por increíble que parezca, sí sirven para algo en la vida real
He pasado algunos años estudiado libros de Economía del Comportamiento Humano (Behavioral Economics) como Pensar Rápido / Pensar Despacio de Daniel Kahneman y Amos Tversky (los de la foto), escuchando el podcast Freakonomics e, incluso, hasta me atreví a hacer una especialidad en Teoría Económica.
Aunque he aprendido muchas cosas en esto, debo reconocer que pocas tienen aplicaciones 100% prácticas. Sin embargo, hay conceptos que sí son útiles y que ahora forman parte de la manera en la que veo e interpreto el mundo y tomo muchas de mis decisiones (las racionales).
Una disculpa de antemano si me pongo muy ñoño en este post, pero a veces así soy jaja.
Éstos conceptos de Economía me ayudan a tomar mejores decisiones en la vida diaria. Espero también te sirvan de algo.
Costo de Oportunidad
Los recursos que inviertes en algo no los puedes usar en otra cosa. Por ejemplo, si te gastas mil pesos en unos tenis en vez de invertirlos en un negocio que te hubiese dejado mil pesos de ganancia en un año, el costo de oportunidad de esos tenis es en realidad de 2 mil pesos tan sólo en el primer año, sin considerar las ganancias que ese dinero te podría seguir dando en el futuro. Esto también aplica para el tiempo: la hora que pasaste viendo el clásico América Chivas ya no la puedes utilizar para correr, leer, dormir, etcétera.
Este concepto me sirve para pensar dos veces antes de gastar mi dinero o en desperdiciar mi tiempo en pendejadas.
Relación Precio/Competencia
A mayor competencia, el precio tiende a bajar. Aunque pueda sonar obvio, no es tan fácil de ver en el mundo real, sobretodo cuando te dedicas a las ventas.
A veces podemos pensar que, por el simple hecho de que tú estás vendiendo algo (un producto físico o un servicio), se tiene que vender a buen precio y con buen margen.
La competencia puede ser directa o indirecta (productos sustitutos). Lo triste es que si no tomas en cuenta este punto y tu producto es uno más del montón, lo más seguro es que termines compitiendo en precio, lo peor que puedes hacer.
Piensa, por ejemplo, en las tienditas de la esquina: todas ellas casi siempre compiten en precio. Oxxo llegó a competir en conveniencia y se las está comiendo.
Entender esto me ha ayudado a encontrar maneras creativas de diferenciar mis productos de la competencia; cómo hacerlos sobresalir del montón y evitar, en la medida de lo posible, que otros vendan lo mismo que yo (barreras de entrada).
Aversión al Riesgo
La mayoría de los humanos tenemos este sesgo mental y, si no tomamos conciencia de él, estamos condenados a tomar malas decisiones (sobretodo financieras) por el resto de nuestras vidas.
La aversión al riesgo ocasiona que casi todos le demos el doble de peso a las pérdidas que a las ganancias:
Esto se ha demostrado en infinidad de estudios y experimentos.
¿Cómo nos afecta?
Cuando evaluamos riesgos y oportunidades, debemos tener en cuenta que nuestro cerebro tenderá a comportarse de esta manera y hará que, de manera inconsciente, le asignemos el doble de peso a las pérdidas potenciales que a las ganancias cuando, en realidad, deberíamos darles exactamente el mismo valor.
Ejemplo:
Si te retara a un volado en donde, si ganas, te llevas mil pesos y, si pierdes, pierdes mil pesos, le entrabas?
Y si el volado fuese por 10 mil pesos, lo aceptarías? En este ejemplo, para que alguien acepte la apuesta sin titubear, la pérdida potencial (en promedio) debe ser aproximadamente de 5 mil pesos, es decir, que la pérdida sea más o menos la mitad de la ganancia potencial.
Costos Hundidos
Cuando invertimos mucho tiempo o dinero a algo, le asignamos un valor que muchas veces no corresponde a la realidad.
Un ejemplo de costo hundido muy claro es cuando se te ocurre tunear tu auto pensando que estás haciendo una sabia inversión, cuando en realidad nadie te va a pagar todo lo que le “invertiste” en faros de niebla y rines deportivos.
Pues bien, muchas veces continuamos perdiendo tiempo o dinero en algo que ya no vale la pena, porque nos duele “perder” lo que le hemos invertido, por ejemplo, un empleo mediocre, una mala relación de pareja, una pésima inversión, etcétera.
La cruda realidad de los costos hundidos es que, hagas lo que hagas, ya lo perdiste o ya lo pagaste y nada de lo que hagas hará que lo recuperes o que te devuelvan lo invertido.
Si tienes claro cómo funcionan los costos hundidos, podrás renunciar mucho más fácilmente a cosas que no están aportando a tu vida.
Rendimientos Marginales Decrecientes
Esto se puede explicar de forma muy simple: digamos que te gusta la cerveza y la pizza. El primer tarro de cerveza en una tarde calurosa seguramente te sabrá a gloria; el segundo también te sabrá delicioso, pero no tanto como el primero. Si después de un rato no has comido y llega una deliciosa pizza, seguramente disfrutarás más tu primer rebanada de pizza que el quinto tarro de cerveza.
Así como la chela y la pizza, prácticamente cualquier cosa en esta vida tiene rendimientos marginales decrecientes en algún momento. Esto genera que el beneficio que obtienes por hacer algo tiende a ser cada vez menor después de cierto tiempo.
Cuando ando muy clavado haciendo algo y veo que lo estoy dejando de disfrutar, me acuerdo de este concepto y me doy un break para despejar la mente. Posteriormente, generalmente retomo la tarea con más ánimo.
Avanzo mucho mejor si lo hago de esta manera a que si me pongo necio forzándome a mi mismo a seguir cuando ya estoy cansado.
Información Perfecta e Imperfecta
En la medida en la que tienes más información sobre algo, tiendes a tomar mejores decisiones al respecto. Peeeero, por más que intentes, si esperas a tener toda la información, podrías perder oportunidades.
Cuando existe información perfecta o semi-perfecta, los mercados son más eficientes, es decir, funcionan mejor para todos.
Si estás eligiendo entre varios segmentos de mercado para entrar a competir, deberías darle preferencia a aquellos en donde haya un mayor grado de acceso a la información en tiempo real. Esto te beneficiará en el largo plazo.
Por ejemplo, al vender en Amazon, tengo acceso a información casi perfecta sobre mis productos, clientes y competidores, lo cual me permite ir ajustando y optimizando mis ofertas. Como la mayoría no hace esto último, tengo una ventaja competitiva importante.
Esto no lo puedo hacer en Ebay porque ellos no proporcionan la misma claridad en la información, su información es imperfecta porque el acceso a la misma es limitado. No es casualidad que mis ventas en Ebay sean muy inferiores a las de Amazon.
Regression to the Mean
Cuando se da un evento demasiado bueno o demasiado malo, lo más probable es que el siguiente evento sea menos extremo, mucho más cercano al comportamiento promedio histórico.
Esto significa que, por ejemplo, si el Chicharito hace una jugada extraordinariamente buena, lo más probable es que en la siguiente jugada la cague o ya no le salgan tan bien las cosas y viceversa, si hace algo pésimo, lo más probable es que en la siguiente jugada no lo haga tan mal.
Esto explica por qué cuando un comentarista de fútbol elogia el reciente desempeño sobresaliente de un jugador, normalmente éste la cague en ese mismo instante, volviendo así a jugar igual que siempre.
También indica que, cuando el comportamiento de un instrumento financiero ha sido extremo (ya sea para arriba o para abajo), lo más probable es que pronto regrese a su comportamiento habitual. Si entiendes esto te puedes hacer rico e incluso hasta millonario invirtiendo en Opciones en la Bolsa.
Acordarme del concepto Regression to the Mean me sirve también para darme ánimos a mi mismo cuando la cago de manera monumental……sé que lo más probable es que en el próximo intento no lo haré tan mal. También me sirve para estar más alerta cuando hago algo extraordinariamente bien…..lo más probable es que en el próximo evento la cague en algo o, por lo menos, las cosas salgan de manera habitual.
Correlación no implica causalidad
Que la ocurrencia y/o el comportamiento de dos cosas estén de alguna manera relacionados entre sí, no significa que una sea la causa de la otra.
Por ejemplo: el matrimonio y la felicidad.
Hay varios estudios que muestran una correlación positiva entre el matrimonio y la felicidad. En muestras grandes, las personas casadas son más felices que las solteras. No obstante, esto no significa que el matrimonio te haga más feliz porque no existe una causalidad entre ellas, solamente una correlación.
La explicación más sensata en este ejemplo sería que las personas casadas YA ERAN más felices que las que siguen solteras DESDE ANTES DE CASARSE y, precisamente por eso, encontraron una pareja lo suficientemente estable como para casarse.
Si no tienes clara la diferencia entre correlación y causalidad, puedes caer en trampas como ésta.
Abur!
Excelente post!! Te sigo por que explicas de manera clara los conceptos, gracias por la información! Saludos
Hola Héctor! quiero darte las gracias! has cambiado totalmente mi perspectiva sobre libertad financiera, estoy estudiando más sobre este tema y tu blog es una joya para mi.
Muy buena informacion, solo que me queda una duda. Que es no ser ñoño??
Encontré en tu blog, lo que estaba buscando. sigue así, los consejos y la información es bastante clara. Gracias a esto estoy logrando esclarecer objetivos.
Excelente lectura, espero aplicarlos de la manera correcta.
Excelente aportación. Sigue así, ofreces unos magníficos consejos a la gente. Me convertiré en un seguidor asiduo.
Saludos.
Hola Héctor! Últimamente he aprovechado mi tiempo leyendo sobre finanzas. Te comento que fue una joya para mi el encontrar tu blog. Si bien ya estoy familiarizada con muchos conceptos, creo que tu manera de explicar las cosas es más “terrenal” nos das oportunidad de entender mejor todo. Muchas felicidades y mereces mucho éxito. Espero yo también alcanzar la libertad financiera que has descrito!
Gracias, aprendo y me motivo de tu blog, y aunque si me declaro Necaxista y Green Bay Packero de hueso colorado, ya le estoy dedicando mucho menos tiempo a la afición deportiva y al internet basura, el 90% de mi tiempo en internet me la paso en blogs como el tuyo, entendiendo las finanzas. Este año salgo de mis deudas, estoy en verde en buró de crédito y ya le entré a un curso online de finanzas en Coursera, tengo “mini” inversiones y ahorros en Piggo, Cetes y Prestadero (es poquito pero crecerá poco a a poco, ya di el primer paso :). Próximamente invertiré en Pitchbull y cada vez quiero crecer más, no llegar a millonario, sino tener la libertd financiera que tu servilleta y mi familia merecemos. Gracias de nuevo por todo.
Una vez más, como en otros posts, te felicito. Me gusta tu blog. Es en verdad muy “nutritivo” (financiera y mentalmente hablando) leer tus publicaciones. Gracias por compartir tus conocimientos y experiencias.
P.D.: Me mató lo del América vs Chivas, jajaja. Opino lo mismo que tú. Ojalá mucha gente pensara de esa manera; sin duda seríamos una sociedad diferente.
Saludos!