Hace unos días vi el documental “The Internet's Own Boy” en Netflix, el cual relata la vida de Aaron Swartz, un joven brillante que luchó por el derecho a la libertad de la información y del internet

Su trágico suicidio en 2013 dejó un vacío importante en el mundo del internet, pero su legado permanece.

Al final de la película, la que era su novia menciona las dos preguntas que Aaron Swartz decía todos nos deberíamos cuestionar todo el tiempo:

 

  1. ¿Qué es lo más importante que puedo estar haciendo en el mundo ahora?
  2. Si no lo estás haciendo, ¿por qué?


Eso me dejó pensando un rato…..


Creo que todos tenemos una capacidad especial que nos distingue del resto. 

Todos tenemos un don, algo en lo que somos extremadamente buenos.

Solo es cuestión de presionar ese botón para liberar el verdadero potencial que se encuentra dormido dentro de nosotros.


Recuerda, no estás solo. 

Si estás te involucras en actividades que consideras importantes, que te mueven, seguro hay más personas que piensan como tú y te seguirán.

Ahora, más que nunca, es fácil encontrar personas con ideas similares a las tuyas. Estamos en un mundo interconectado globalmente. Aunque esto todos lo sabemos, muchas veces se nos olvida en la vida diaria.

Nunca sabrás realmente el impacto real de lo que haces. Lo que sí sabemos, sin embargo, es que los cambios globales comienzan localmente, con actividades de un puñado de personas que decidieron cambiar el mundo.

No importa si lo que haces tiene un impacto local o pequeño porque, en realidad, todo lo que hagas de alguna manera cambia el mundo. Por pequeño o insignificante que parezca.


Y aquí es donde entra el tema del dinero.

La mayoría de la gente piensa que, si no se tuviesen que ganarse la vida, entonces tendrían tiempo para perseguir las causas que realmente les importan.

Es decir, como nací pobre pues hay que chingarle en lo que se pueda para ganarse la vida. Ni pedo.

Pero la vida no se trata de hacer dinero. Se trata de vivirla plenamente, con propósito y, finalmente, dejar un legado; dejar el mundo mejor a como lo encontramos cuando llegamos.

Para lograrlo el dinero ayuda, por supuesto, pero creo que no debe ser perseguido como fin último, sino considerarlo como un medio para lograr metas y como un reconocimiento por el valor que agregas a otras personas.


¿Quieres hacer dinero?

Entonces utiliza ese don para ayudar a la mayor cantidad posible de personas. El dinero te seguirá cuando lo hagas porque eso sólo es una consecuencia inevitable.

Puedes encontrar más información al respecto en mi post sobre ideas pendejas del mexicano sobre la riqueza y pobreza económica.

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